satélite

Informe técnico

Detección y medición de la temperatura en satélites y naves espaciales

Factores esenciales para la selección e integración de sensores

El objetivo de este informe es ofrecer a los ingenieros una visión completa de los retos, los criterios de selección y la integración de los termistores NTC (coeficiente de temperatura negativo) y RTD (detector de temperatura por resistencia) de platino en el diseño de satélites. Se analizarán los retos específicos de la aplicación de estos sensores de temperatura en el espacio, se destacarán los criterios para seleccionar el sensor adecuado para diversas aplicaciones y se mencionarán las mejores prácticas para su integración y colocación. También se ilustrarán las aplicaciones reales de los sensores de temperatura en varios programas que son reconocidos en todo el mundo. Al final, analizaremos tendencias futuras como la miniaturización, el aprendizaje automático y la detección adaptativa y evaluaremos sus posibles ventajas y desventajas en las aplicaciones espaciales.

TE Connectivity

Sensores de temperatura

Sensores con certificación internacional: Durante casi cinco décadas, TE Connectivity ha suministrado sensores de temperatura a la NASA y a la ESA, cumpliendo las estrictas normas GSFC (Goddard Space Flight Center) S-311-P-18 que exige la NASA, así como los requisitos de la ESA.

 

Rendimiento demostrado: Nuestros sensores se utilizaron en misiones espaciales históricas como la nave espacial Pioneer 10, que se lanzó en 1972 y la Juno a Júpiter de 2011, así como en muchas otras misiones exploratorias. Nuestra amplia experiencia y nuestro compromiso con la innovación confirman que nuestros sensores de temperatura satisfacen las rigurosas exigencias de las misiones espaciales, proporcionan un rendimiento cofiable y contribuyen al éxito de diversos proyectos aeroespaciales.

En el pasado, la NASA, la ESA y varias agencias espaciales nacionales eran las que utilizaban componentes para las naves espaciales. Los proveedores fabricaban y producían los componentes a medida para estas agencias en cantidades relativamente pequeñas. Sin embargo, la comercialización de la industria espacial ha cambiado radicalmente el diseño, el desarrollo y la aplicación de los sensores y otros componentes diseñados para las condiciones extremas del espacio.

 

En 2023, se enviaron más de 2,800 satélites, la mayoría de ellos a órbita terrestre baja (LEO). Utilizamos nuestra amplia experiencia con las agencias espaciales nacionales y ofrecemos sensores de temperatura rentables para el mercado comercial que se comparan en precisión y confiabilidad con los sensores diseñados para las naves espaciales antiguas. La meta continúa siendo el desarrollo de innovaciones y aplicaciones para apoyar este mercado en expansión.

 

A la vez que los sensores, como los nfrarrojos térmicos y de microondas, se instalan en satélites para recabar datos del exterior, nosotros nos centraremos en los sensores de temperatura que están diseñados para las aplicaciones dentro de las naves espaciales, que son fundamentales para el buen funcionamiento de los instrumentos y mecanismos de los satélites.

 

Se analizarán los retos asociados a la aplicación de los sensores de temperatura NTC (coeficiente de temperatura negativo) y RTD (detector de temperatura por resistencia) en entornos espaciales extremos se detallarán los factores que influyen en la selección de los sensores y se brindará asesoría para su integración y colocación.

 

Después de revisar estudios de casos generales de aplicaciones específicas de los sensores de temperatura, el informe considera las posibles innovaciones y tendencias futuras en el sector de estos sensores y analiza las ventajas y desventajas asociadas a su aplicación.

Retos del diseño de los sensores de temperatura en las naves espaciales

Los sensores de temperatura son componentes críticos en todo tipo de naves espaciales. Al controlar las temperaturas internas y externas, proporcionan datos esenciales para la confiabilidad, seguridad y eficiencia de la nave. Estos instrumentos desempeñan funciones clave como:

Permanencia de la integridad estructural

Los sensores de temperatura monitorean la temperatura dentro y fuera del casco de la nave espacial y confirman que los sistemas se encuentren dentro de los límites de tolerancia para mantener la resistencia y durabilidad del casco.

Supervisión del sistema eléctrico

El monitoreo de la temperatura de los paneles solares y las baterías y la implementación de sistemas de manejo de temperatura verifican que la nave espacial disponga de la energía necesaria para completar su misión.

Manejo del medio ambiente

Los sensores de temperatura ayudan a regular los ambientes internos y contribuyen a mantener las condiciones necesarias para la tripulación y/o los equipos.

Calibración de instrumentos

La calibración precisa de todos los instrumentos depende de las temperaturas de referencia exactas que estos sensores proporcionan.

Anulaciones de emergencia

Los sensores de temperatura se utilizan para activar alarmas, procedimientos de recuperación automática o sistemas de parada de emergencia.

Las naves espaciales presentan retos de diseño únicos para la integración de los termistores y los RTD. Las temperaturas pueden variar desde casi el cero absoluto a la sombra hasta los 250 °C, mientras que la ausencia de aire en el vacío del espacio impide la transferencia de calor por convección para controlar la temperatura. La radiación puede deteriorar los materiales y afectar la precisión de los sensores. Los ingenieros deben tener en cuenta las tensiones mecánicas procedentes de diversas fuentes para evitar lecturas erróneas o fallas.

 

Los compuestos volátiles emitidos por la desgasificación de materiales en condiciones de vacío pueden depositarse en las superficies e interferir en el funcionamiento de los sensores y otros equipos sensibles. Por último, las naves espaciales tienen enormes limitaciones de potencia, lo que destaca la importancia de presupuestar las demandas de energía. Un proveedor de sensores de confianza puede ofrecer asesoría para situaciones específicas; no obstante, en los párrafos siguientes se analizan los problemas más comunes junto con los métodos para resolverlos.

Variaciones térmicas

El manejo de las variaciones térmicas es tanto una aplicación crítica para los sensores de temperatura como un reto importante para su implementación. Las naves espaciales experimentan oscilaciones extremas de temperatura, de -270 °C a +250 °C, según el lado que esté de cara al sol. Estas temperaturas extremas pueden afectar a la funcionalidad y el rendimiento de muchos componentes en toda la nave, por lo que es importante manejar la temperatura para limitar la exposición de los sensores a ciclos térmicos extremos. Los ingenieros deben seleccionar sensores para tolerar los rangos de temperatura previstos en los sensores, teniendo en cuenta al mismo tiempo las fallas del equipo que pueden provocar desviaciones.

Ausencia de transferencia de calor por convección

La aplicación de sensores de temperatura en las naves espaciales exige un examen minucioso de las condiciones térmicas específicas. Los modos de transmisión radiante y conductiva sustituyen a la convección como modo principal de transferencia de calor debido a la ausencia de atmósfera. Esto puede provocar temperaturas desiguales que afecten a la precisión del sensor. Por lo tanto, los ingenieros deben colocar los sensores estratégicamente para compensar y elegir los materiales de los sensores, el herraje de instalación y los métodos adecuados. El uso de un control térmico, como calentadores y refrigeradores, ayudará a mantener las mejores condiciones de funcionamiento.

Radiación

La presencia de radiación de rayos gamma, protones e iones pesados puede provocar la degradación de los materiales utilizados en instrumentos y sensores, causando lecturas inexactas. Estos errores pueden comprometer el funcionamiento y la seguridad del satélite.

 

Para hacer frente a este reto, es importante especificar sensores de temperatura resistentes a la radiación e incluir materiales robustos como en el diseño del sensor. Asimismo, utilizar sensores redundantes y realizar una autocalibración periódica y considerar algoritmos para compensar los errores inducidos por la radiación.

Tensiones mecánicas

Las naves espaciales sufren vibraciones e impactos que pueden afectar a los sensores de temperatura durante el lanzamiento, las maniobras de órbita y el reingreso. Los ciclos térmicos también pueden introducir tensiones en los sensores. Estas tensiones pueden afectar la precisión de los sensores de temperatura si no se especifican los materiales. Siempre que sea posible, es importante instalar los sensores discretos en una caja robusta o utilizar un ensamble de sonda completo para protegerlos de impactos y vibraciones y/o incluir técnicas de instalación flexibles. Utilizar algoritmos de calibración y compensación también puede contribuir a la precisión. Además, los sensores redundantes constituyen un respaldo para indicar problemas con las lecturas.

Desgasificación de materiales

Las condiciones de vacío y las altas temperaturas pueden hacer que los materiales emitan compuestos volátiles que recubren las superficies. Con el tiempo, estos recubrimientos pueden afectar significativamente el funcionamiento de otros equipos de a bordo. Para evitar este problema, en toda la nave espacial deben utilizarse materiales diseñados para minimizar la desgasificación. Cuando no sea posible cambiar los materiales, se recomienda utilizar recubrimientos de calidad espacial para evitar este problema. Realizar un horneado térmico al vacío de los componentes y materiales antes de la instalación también ayuda a prevenir este problema.

Restricciones de potencia

Las naves espaciales tienen presupuestos de energía limitados debido al tamaño y eficiencia de sus paneles solares y a la capacidad de sus sistemas de baterías. Los sensores que requieren energía continua para funcionar pueden reducir la energía disponible para otros sistemas. Para reducir la demanda de energía, es recomendable utilizar sensores de bajo consumo, como termistores o RTD, siempre que sea posible. Implantar un manejo inteligente de la energía para priorizar la asignación. Optimizar el aislamiento para reducir los requisitos del manejo de la temperatura.

Con una amplia experiencia en la implementación de tecnología de sensores para naves espaciales, TE Connectivity puede ser uno de tus recursos de ingeniería. A continuación se analiza la selección de sensores.

Criterios de selección para sensores de temperatura en naves espaciales

La selección de sensores de temperatura para vuelos espaciales requiere una cuidadosa consideración de los entornos térmicos extremos a los que se enfrentan las naves espaciales. Durante el lanzamiento, las temperaturas oscilan entre -40 °C y +250 °C. En la órbita terrestre baja (LEO), pueden variar entre -100 °C y +250 °C. Las temperaturas en el espacio profundo pueden descender hasta casi el cero absoluto (-270 °C) y la reentrada atmosférica puede exponer a las naves espaciales a más de 1,650 °C. En esta sección, se exploran los criterios para elegir termistores NTC y RTD de platino, con ejemplos de sus aplicaciones. Los proveedores de sensores pueden proporcionar información valiosa y acceso a sensores que han sido sometidos a pruebas rigurosas para condiciones específicas; no obstante, a continuación se ofrece información general sobre los criterios de selección.

  TERMISTORES NTC RTDS DE PLATINO
Precisión y estabilidad
  • Ofrecen alta sensibilidad y mediciones precisas en un rango de temperatura limitado. Pueden alcanzar precisiones de entre ±0.05 °C y ±0.1 °C.
  • Las técnicas modernas de calibración que aplican los coeficientes de las ecuaciones de Steinhart-Hart han simplificado la calibración y mejorado la precisión y la confiabilidad.
  • Conocidos por su gran precisión y estabilidad en un amplio rango de temperaturas, estos sensores alcanzan precisiones de hasta ±0.1 °C.
  • Las técnicas de calibración modernas que aplican la ecuación y los coeficientes de Callendar-Van Dusen han simplificado la calibración y mejorado la precisión y la confiabilidad.
Tiempo de respuesta
  • Responden con rapidez debido a su pequeño tamaño y a su mayor sensibilidad, a menos que el elemento sensor se encuentre dentro de un alojamiento
  • Responden con más lentitud debido a su masa y construcción, ya que el elemento sensor suele encontrarse dentro de una carcasa
Consumo de energía
  • Consumen poca energía debido a sus corrientes y voltajes más bajos
  • El autocalentamiento puede provocar errores de medición si no se maneja bien
  • Consumen poca energía debido a sus bajos requisitos de corriente y tensión
  • Son menos propensos a autocalentarse, lo que mejora su precisión
Tamaño y peso
  • Compacto y ligero, a menos que se encuentre dentro de una carcasa protectora. De hecho, pueden ser tan pequeños como la cabeza de un alfiler, lo que resulta beneficioso para las aplicaciones espaciales
  • Son más grandes y pesados que los termistores, ya que el elemento sensor suele encontrarse dentro de una carcasa protectora
Rentabilidad
  • Se fabrican con materiales semiconductores y son más rentables
  • Más costosos debido al uso de platino
Rango de temperatura
  • Rango de temperatura completo de -90 °C a +300 °C para todas las aplicaciones espaciales NTC
  • Gama completa de temperaturas de -200 °C a +850 °C para todas las aplicaciones espaciales de RTD

 

NTC - Rango de temperatura de funcionamiento es de -60 °C a +160°C. El rango de temperatura de almacenamiento es de -60 °C a +160 °C.

RTD - El rango de temperatura de funcionamiento es de -170 °C a +170°C. El rango de temperatura de almacenamiento es de -170 °C a +170 °C.

Integración y colocación de sensores de temperatura en naves espaciales

La selección de sensores de temperatura para vuelos espaciales requiere una cuidadosa consideración de los entornos térmicos extremos a los que se enfrentan las naves espaciales. Durante el lanzamiento, las temperaturas oscilan entre -40 °C y +250 °C. En la órbita terrestre baja (LEO), pueden variar entre -100 °C y +250 °C. Las temperaturas en el espacio profundo pueden descender hasta casi el cero absoluto (-270 °C), mientras que el reingreso a la atmósfera puede exponer a las naves espaciales a más de 1,650 °C.

 

Esta sección explora los criterios para elegir termistores NTC y RTD de platino, con ejemplos de sus aplicaciones. Los proveedores de sensores pueden proporcionar información valiosa y acceso a sensores que han sido sometidos a pruebas rigurosas para condiciones específicas; no obstante, a continuación se ofrece información general sobre los criterios de selección.

Termistores NTC

Coloca los termistores lo más cerca posible de los componentes críticos que se monitorean para confirmar lecturas precisas de los paneles solares, baterías, componentes electrónicos y del sistema de propulsión. Utiliza adhesivos termoconductores (desgasificación mínima) o fijaciones mecánicas que puedan soportar las condiciones previstas, como impactos, vibraciones y fluctuaciones de temperatura. Asegurar un buen contacto térmico entre el termistor y la superficie a medir. Siempre que sea posible, utiliza grasa térmica compatible con el entorno (mínima emisión de gases) para mejorar la transferencia de calor por conducción. Protege los termistores de la radiación y las interferencias electromagnéticas (EMI) con materiales de blindaje o colocándolos en una caja con blindaje.

RTD de platino

Para entornos de alta temperatura, utiliza los RTD que están específicamente diseñados para tolerar temperaturas extremas. Implementa puentes térmicos o aislamiento para reducir la exposición de las RTD a altas temperaturas y, al mismo tiempo, proporcionar mediciones precisas. La calibración periódica es crucial para evitar la desviación del sensor. Las rutinas de software de calibración automática deben considerarse para misiones de larga duración. Instala varios RTD en zonas críticas para proporcionar redundancia.

Recomendaciones generales

Elige un proveedor de sensores con trayectoria reconocida en el suministro de sensores para misiones espaciales. Para confirmar que los diseños de los sensores cumplen los requisitos espaciales antes de su integración, es fundamental realizar pruebas exhaustivas que incluyan ciclos térmicos, impactos, vibraciones, desgasificación y exposición a la radiación. Integra los datos de los sensores en el sistema del manejo de la temperatura de la nave espacial para seguimiento y control en tiempo real. Mantén una documentación detallada de la colocación de los sensores, los procedimientos de calibración y los resultados de las pruebas para la resolución de problemas y como referencia en futuras misiones.

Programa Landsat [EE.UU.]

Objetivo: Observación de la Tierra a largo plazo para monitorear el uso del suelo, la deforestación, la urbanización y las catástrofes naturales. Administrada por la NASA y el USGS, la serie Landsat proporciona datos continuos desde 1972.

 

Aplicaciones de termistores NTC en Landsat 8 (2013) y 9 (2021): Los termistores NTC están integrados en los sistemas de control térmico para monitorear y regular la temperatura de la cámara terrestre operativa (OLI) y el sensor infrarrojo térmico (TIRS). Ambos instrumentos requieren un manejo preciso de la temperatura para recopilar datos de alta calidad. Los ingenieros han diseñado estos termistores para que funcionen de forma confiable en condiciones espaciales adversas, como la exposición a la radiación, el vacío y las fluctuaciones extremas de temperatura.

Misiones Copernicus Sentinel [Europa]

Objetivo: Observación exhaustiva de la Tierra para el monitoreo del medio ambiente, el cambio climático y el manejo de catástrofes. Operados por la Agencia Espacial Europea (ESA), los satélites Sentinel proporcionan imágenes y datos de alta resolución para diversas aplicaciones. Este programa se puso en marcha oficialmente en 2014.

 

Los satélites Sentinel-1 están equipados con instrumentos de radar de apertura sintética (SAR) que requieren un manejo de la temperatura precisa para garantizar una recopilación de datos confiable. Las RTD se utilizan para monitorear y controlar la temperatura de estos instrumentos, lo que es crucial para mantener la precisión de las mediciones de radar. Se utilizan múltiples RTD en puntos críticos para mantener la confiabilidad del instrumento.

Galileo GNSS [Europa]

Objetivo: Prestación de servicios de navegación mundial de alta precisión. Operado por la ESA, Galileo ofrece servicios precisos de posicionamiento y temporización para uso civil y comercial. Los primeros satélites de esta misión se lanzaron en 2005, con 30 satélites en la constelación actual.

 

Los termistores NTC integrados en los paneles solares de estos satélites protegen las células fotovoltaicas del sobrecalentamiento y proporcionan información para optimizar su rendimiento. Los RTD de platino son esenciales para mantener el control preciso de la temperatura necesario para el funcionamiento exacto del reloj atómico. Estos relojes proporcionan un posicionamiento global y un cronometraje de gran precisión.

Iridium NEXT [global]

Objetivo: Red mundial de comunicación por satélite. Esta constelación incluye 66 satélites activos junto con otros de reserva para proporcionar cobertura de voz y datos a teléfonos por satélite, localizadores y transceptores integrados en todo el mundo.

 

Tanto los termistores NTC como los RTD de platino controlan las baterías del satélite. Las RTD son muy precisos y proporcionan mediciones estables en un amplio intervalo de temperaturas. Los termistores NTC son sensibles a los cambios rápidos de temperatura, lo que desencadena una acción inmediata para proteger las baterías del satélite. La combinación de los RTD de platino y los termistores NTC confirma que las baterías funcionan dentro de su rango óptimo de temperatura, lo que evita el sobrecalentamiento y prolonga su vida útil.

Telescopio espacial Hubble [EE UU/Europa]

Objetivo: Observación de fenómenos astronómicos y espacio lejano. Misión conjunta de la NASA y la ESA, el Hubble ha proporcionado datos pioneros sobre el universo desde 1990.

 

Una combinación de termistores NTC y galgas extensométricas, homologados por la NASA, monitorean el estado estructural del telescopio espacial Hubble. Estos sensores, que detectan los cambios bruscos de temperatura y la deformación de los materiales, colaboran en la rápida activación de medidas de mitigación para confirmar la integridad estructural del satélite. En las tres décadas transcurridas entre esta misión y el más reciente telescopio espacial James Webb, los monitores de la salud estructural experimentaron nuevos avances en los sensores de temperatura que mejoraron la sensibilidad y el alcance, así como la durabilidad y la confiabilidad.

Orbitador de reconocimiento de Marte [EE.UU.]

Objetivo: Estudio de la atmósfera y el terreno de Marte. Lanzado en 2005 y operado por la NASA, este satélite transmite a los científicos de la Tierra imágenes de alta resolución y datos sobre el clima y la geología del planeta.

 

Los termistores NTC a bordo de este satélite proporcionan una sensibilidad crítica al sistema de manejo de la temperatura. Cuando llegó por primera vez, la MRO entró en una órbita muy elíptica alrededor de Marte que duró más de 35 horas. Tras unos seis meses de aerofrenado, maniobra que utiliza la atmósfera del planeta para corregir su órbita, la duración de ésta es de aproximadamente 112 minutos. Durante este periodo, el sistema debe manejar cambios extremos de temperatura. Además, en la órbita de Marte, los sensores están más expuestos a la radiación cósmica y solar. Además, debido a la larga duración del vuelo inicial, así como a la duración prevista de la misión, había limitaciones de potencia en el satélite. Se emplearon termistores NTC, homologados por la NASA, con mayor alcance y precisión.

A medida que evoluciona la era de los satélites industriales, surgen varias tendencias en la tecnología de sensores de temperatura que pueden tener implicaciones en el espacio. A continuación se destacan algunas de estas tecnologías y sus posibles aportaciones, junto con los riesgos inherentes que deben tenerse en cuenta a la hora de adoptar nuevas tecnologías en este sector de alto riesgo.

 

La miniaturización está causando el desarrollo de sensores más pequeños y ligeros que consumen menos energía. Aprovechando las técnicas de fabricación de los semiconductores, estos sensores se están introduciendo en todo el panorama tecnológico, desde la automoción hasta la medicina. En el espacio, sin embargo, estos sensores más pequeños pueden introducir vulnerabilidad debido a su posible inestabilidad.

 

El aprendizaje automático puede mejorar la precisión de los sensores compensando los cambios previstos, mientras que la detección adaptativa puede ajustar dinámicamente los parámetros de los sensores para aumentar su rendimiento. En las aplicaciones por satélite, ambas tecnologías prometen absorber los escasos recursos computacionales y de potencia. Se trata de un riesgo considerable en una industria que se estandarizó en los microprocesadores de la era de 1990. Estas nuevas tecnologías introducen la posibilidad de nuevas e inesperadas fallas que pueden afectar al éxito de la misión.

 

Muchos de los satélites actuales utilizan microprocesadores que se basan en diseños más antiguos y reconocidos, como los de la clase Pentium y PowerPC 750. Los ingenieros eligen estos procesadores por su confiabilidad y capacidad para soportar condiciones severas más allá de la atmósfera terrestre.

Los termistores NTC y los RTD de platino son componentes críticos en las naves espaciales actuales, que confirman la confiabilidad, seguridad y eficacia de sistemas importantes. En este informe se señalaron los retos a los que se enfrentan estos sensores en el espacio, como las variaciones térmicas extremas, la ausencia de transferencia de calor por convección, la exposición a la radiación, las tensiones mecánicas, la desgasificación de materiales y las limitaciones energéticas. Comprender estos retos puede ayudar a los ingenieros a tomar decisiones informadas al seleccionar e integrar sensores de temperatura en los diseños de satélites y otras naves espaciales.

 

Los criterios de selección de estos sensores hacen hincapié en la importancia de la precisión, la estabilidad, el tiempo de respuesta, el consumo de energía, el tamaño, el peso y la rentabilidad. La integración y la colocación de los sensores de temperatura requieren una cuidadosa consideración del entorno térmico de la nave espacial y de los requisitos específicos de los componentes críticos. Las mejores prácticas incluyen la colocación estratégica de los sensores, técnicas de montaje robustas y el uso de materiales de blindaje para protegerlos de la radiación y las interferencias electromagnéticas.

 

A través de estudios de casos, este informe ha ilustrado la aplicación con éxito de sensores de temperatura en varias misiones de alto perfil, como el Programa Landsat, las misiones Copernicus Sentinel, Galileo GNSS, Iridium NEXT, el telescopio espacial Hubble y el orbitador de reconocimiento de Marte. Estos ejemplos demuestran la importancia de una detección confiable de la temperatura para el éxito de una misión.

 

En el futuro, tendencias como la miniaturización, el aprendizaje automático y la detección adaptativa ofrecen interesantes posibilidades para mejorar el rendimiento de los sensores. Sin embargo, estas innovaciones deben sopesarse con la necesidad de confiabilidad a largo plazo y los riesgos potenciales asociados a las nuevas tecnologías.

 

En conclusión, el éxito de la implementación de los sensores de temperatura en las naves espaciales depende de un amplio conocimiento de los retos, una cuidadosa selección e integración y la colaboración con proveedores expertos. Con estos conocimientos, los ingenieros pueden garantizar el éxito y el avance continuos de las misiones espaciales.