Los robots mejoran la productividad en la fábrica conectada

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Optimización de la interoperabilidad

Desde automóviles autónomos hasta robots de fábrica, los ingenieros están diseñando soluciones para conectar máquinas habilitadas para el Internet de las cosas que integran los procesos de producción.

Cada día, los medios de comunicación publican nuevas historias sobre el Internet de las cosas (IoT), a menudo centrándose en las promesas y peligros de permitir que las máquinas se comuniquen de forma autónoma con otras máquinas. Si bien muchas de estas historias se centran en máquinas automáticas o hackeadas de forma remota que representan una amenaza para los humanos, la historia del Internet de las cosas que no se cuenta a menudo es sobre cómo las máquinas, equipadas con sensores y programadas (por humanos) con reglas, pueden comunicar de manera efectiva conjuntos específicos de datos a otras máquinas, que a su vez utilizan los datos para realizar de manera eficiente, precisa y segura ciertos pasos cruciales. La idea es avanzar en lo que conocemos como comunicaciones de máquina a máquina (M2M) mediante la creación de una red de máquinas de autocontrol y aprendizaje adaptativo con la capacidad de generar y transmitir datos, en tiempo real, de manera que ofrezcan una interoperabilidad inmediata y compleja, diseñada para satisfacer requisitos humanos específicos.

Para los fabricantes, no permitir que las máquinas se comuniquen para coordinar la actividad de producción es una oportunidad desaprovechada.

Lograr este nivel de rendimiento integrado, sin embargo, se aleja demasiado de los ejemplos que vemos normalmente hoy en día. Actualmente, gran parte de la conversación sobre el Internet de las cosas está sucediendo entre los consumidores, que comentan sobre cómo los dispositivos proporcionan comodidades que facilitan nuestras tareas diarias: Si queremos cambiar el canal en nuestra televisión, o cambiar a otra estación de radio, o ajustar el brillo de tus luces o la temperatura en la habitación, simplemente puedes presionar un botón en un dispositivo móvil, por ejemplo. Este nivel de conectividad se refiere a la funcionalidad remota más que a la integración M2M.

Estas grandes posibilidades surgen cuando pensamos en el Internet de las cosas con relación a las máquinas que aprenden de nuestro comportamiento y de su propio entorno. Un ejemplo es el termostato NEST. Sin embargo, su capacidad para detectar y procesar datos sobre las preferencias humanas y luego usar esta información para predecir la temperatura interior de un edificio, es solo una mirada de lo que podemos lograr. Para llevar esta conectividad al siguiente nivel, considera esta posibilidad: normalmente cada día de la semana llegas a casa a las 6:00 p. m. y tu termostato NEST lo sabe y responde calentando tu hogar para que cuando llegues a las 6:00 p. m., el interior alcance la temperatura correcta que deseas. Pero luego, un día, mientras conduces a casa desde la oficina, te encuentras con retrasos en el viaje debido al tráfico, lo que hace que vayas unos 20 minutos más tarde de lo habitual. El sistema de tu carro detecta este retraso, calcula su impacto y luego transmite una nueva hora de llegada al termostato, que responde reprogramándose para que sincronice su funcionamiento, de precalentamiento/preenfriamiento a la temperatura deseada, con tu hora de llegada aproximada, así como las condiciones climáticas actuales y pronosticadas. El resultado es menos energía utilizada en el hogar, lo que se traduce en menores gastos de energía para ti. Este tipo de situaciones, especialmente en una escala más grande de edificios y ciudades enteras, es donde comenzamos a ver ventajas significativos de la incorporación de la conectividad inteligente en las máquinas. Aquí es cuando el Internet de las cosas se convierte en parte de una estrategia fundamental para mejorar el rendimiento de los costos a largo plazo, la distribución de recursos y la comodidad en general.

Fundamentos de la interoperabilidad

Actualmente en entornos industriales, hay pocas comunicaciones M2M. Lo que más tenemos hoy en día son máquinas que necesitan que los humanos completen una sola tarea repetitiva. Una analogía es un equipo de fútbol americano: si los jugadores en el campo no se comunican, cada uno está actuando de forma aislada y juntos no alcanzarán su objetivo que es ganar el juego. Usa esta analogía en un entorno industrial, actualmente a hay máquinas y robots en una fábrica que no están hablando, dando como resultado que los datos que generan estas máquinas se quede ahí, dentro de cada una de ellas. Este sistema no integrado carece de la flexibilidad para realizar tareas de alto valor cuando sea necesario. Para los fabricantes, no permitir que las máquinas se comuniquen para coordinar la actividad de producción es una oportunidad desaprovechada. De este tipo de falla provienen procesos redundantes, tiempos de inactividad frecuentes para cambios y máquinas funcionando cuando no son necesarias.

Llegar a este punto de manera exitosa y económica requiere un enfoque de producción correcto a la primera, en el que las comunicaciones M2M adaptadas por el Internet de las cosas podrían ser el facilitador.

En la fábrica inteligente, las máquinas y los robots están equipados con la tecnología (hardware y software) que permite la comunicación e interoperabilidad M2M. Esta tecnología facilita la transferencia de datos de una máquina a otra en la misma fábrica, así como a la infraestructura y a los usuarios conectados a través de Internet desde todo tipo de dispositivos, como teléfonos inteligentes y prendas inteligentes. A través de esta transferencia, esta conectividad inteligente, las máquinas generan datos sin procesar, que comunican a otras máquinas (así como a redes y nubes) y luego, a través de técnicas como el análisis de Big Data, los procesan en visualizaciones de producción en tiempo real. A partir de esta información, las máquinas pueden tomar decisiones de forma autónoma sobre posibles acciones, dentro de los parámetros de patrones y reglas específicas (que los ingenieros programan en el sistema operativo de la máquina) adaptadas para lograr algunas mejoras en la eficiencia operativa, como cambiar al modo de pausa inmediatamente después de completar una tarea de producción, como una forma de reducir el uso de energía. Estas reglas y patrones también permiten una flexibilidad sin precedentes en la producción.

En el espacio de trabajo conectado, los robots realizan actividades que a menudo son demasiado peligrosas para que los humanos las realicen de manera segura.
En el espacio de trabajo conectado, los robots realizan actividades que a menudo son demasiado peligrosas para que los humanos las realicen de manera segura.
Los robots equipados con sensores permiten que las máquinas se comuniquen, lo que crea un entorno inteligente.
Los robots equipados con sensores permiten que las máquinas se comuniquen, lo que crea un entorno inteligente que es eficiente desde el punto de vista energético.

Desde una visión de alto nivel en las fábricas, todo es controlado por los consumidores. Y como consumidores, todos queremos que cada nueva versión de un producto sea mejor, más rápida, más barata y más eficiente. También queremos una mayor personalización de nuestras preferencias y requisitos individuales, porque cada uno de nosotros quiere expresarse como individuos dentro de nuestro mundo de producción en masa. El carro de pasajeros MINI es un excelente ejemplo de dicha personalización, los clientes pueden elegir entre una amplia gama de opciones disponibles para construir lo que creen que es un vehículo único, uno que ayudaron a crear y que representa su individualidad. Obtener este nivel de personalización en la producción en masa requiere un enfoque completamente nuevo de la producción. Para hacer esto, necesitamos algo como lotes de una unidad, que es la aspiración final y que es posible para cosas como celulares únicos. Llegar a este punto de manera exitosa y económica requiere un enfoque de producción correcto a la primera, en el que las comunicaciones M2M adaptadas por el Internet de las cosas podrían ser el facilitador. Sin este enfoque, lograr la personalización con los métodos de producción actuales hace que el costo de un celular único sea muy alto.

Permitir el cambio

La transición de una fábrica convencional a una fábrica inteligente implica cumplir con cuatro requisitos previos fundamentales:

Estandarización

La estandarización es un cuchillo de doble filo. Por un lado, existe la necesidad de estándares para profesionalizar el enfoque y garantizar la interoperabilidad, pero lleva tiempo identificar y establecer los estándares. Este retraso puede ralentizar la adopción. Además, una vez que un enfoque se convierte en un estándar, puede disuadir la innovación porque las personas podrían oponerse a desviarse del estándar, especialmente cuando Big Data se convierte en parte de la conversación. El desafío es que la tecnología evoluciona y madura muy rápidamente y con frecuencia, los estándares no pueden seguir el ritmo de esta innovación. El resultado podría ser que las normas dificulten las oportunidades de crecimiento. Sin embargo, avanzar y no reinventar continuamente solo pasa cuando tenemos algunos estándares establecidos. 

Conectividad Inteligente

La conectividad inteligente, que también implica interoperabilidad, permite soluciones plug-and-play para una amplia variedad de dispositivos y máquinas. Los componentes básicos de la conectividad inteligente comprenden la detección y la conectividad. Los sensores crean un sistema nervioso digital y la conectividad permite entradas en red. Estas entradas en red son entradas digitalizadas (provenientes de sensores) en redes y/o nubes, que deben integrarse con máquinas y operaciones para apoyar a las personas, a los procesos y a los sistemas, con el fin de mejorar la toma de decisiones. En los entornos industriales de hoy en día, muchas máquinas no están conectadas y, por lo tanto, no se comunican. Una vez que comiences a buscar la conexión de estas máquinas, debes pensar en la cantidad de datos que generan. En la mayoría de los casos hoy en día, estos datos siguen siendo limitados. Para beneficiarse plenamente del uso del Internet de las cosas en la producción, los fabricantes necesitan más sensores dentro de sus máquinas y necesitan desbloquear todos los datos para que puedan contribuir a las entradas en red para una mejor toma de decisiones.

Al ejecutar programas pequeños que generan la calidad requerida, los resultados esperados y un ROI significativo rápidamente, los ingenieros pueden establecer caminos claros para impulsar las mejoras del Internet de las cosas.

Seguridad

Cuando se trata de Big Data, nubes y del Internet de las cosas, hay mucho miedo en torno a la seguridad y la protección de las máquinas y de los datos. Hay historias de hackers que se apoderan de vehículos autónomos y aceleran o frenan desde la distancia. Estos casos son aterradores. Esta área necesita más atención. Además, con la protección viene la necesidad de pensar en los datos. Existe la necesidad de legislar sobre los datos, específicamente sobre quién posee los datos y cómo se transmiten y administran.

ROI a corto plazo

Un claro rendimiento generado por una pequeña inversión funciona como incentivo para recibir un apoyo a largo plazo y así realizar mejoras más importantes a M2M. En entornos industriales, en los que normalmente se espera que el retorno de la inversión (ROI) sea alto, pero difícil de predecir o articular de manera significativa y concreta para el personal directivo, es fundamental comenzar poco a poco y probar el caso de negocio rápidamente. El costo de reconfigurar una fábrica convencional en una fábrica inteligente, agregando nueva infraestructura, conectividad, nubes y herramientas de análisis, es muy alto. Esto y la falta de expectativas claras de ROI, con frecuencia hacen que obtener una compra sea muy difícil. Al ejecutar programas pequeños que generan la calidad requerida, los resultados esperados y un ROI significativo rápidamente, los ingenieros pueden establecer caminos claros para impulsar las mejoras del Internet de las cosas.

A pesar de la exageración y la hipérbole comunes en la mayoría de las discusiones sobre el Internet de las cosas, existe un reconocimiento cada vez mayor sobre el potencial significativo del ROI, que los fabricantes pueden generar a partir de la conectividad inteligente. Esta es la clave para ayudar a un fabricante a convertir una fábrica convencional en una fábrica inteligente o conectada. Para llegar allí, el personal directivo necesita pruebas reales del éxito que se puede lograr y deben comprender cómo el Internet de las cosas puede resultar directamente en aumentos significativos de la producción y reducciones de residuos. Para satisfacer estas necesidades de información, los ingenieros deben responder primero a una pregunta fundamental al defender las inversiones en el Internet de las cosas: ¿Es la mejora esperada del rendimiento un resultado directo del Internet de las cosas, o el Internet de las cosas solo facilitará las mejoras? Para responder a esto, comprueba las tres ventajas de invertir en el Internet de las cosas.

Ahorro en costos

El principal ahorro está relacionado con las ganancias en la eficiencia operativa. A medida que la adopción se afianza y ocurre a gran escala, el costo del cambio, de adopción e implementación, también disminuirá. 

Transparencia

Obtener una mayor comprensión de las operaciones ayudará a los fabricantes a identificar dónde se pueden hacer mejoras. Por ejemplo, al realizar un seguimiento de todo el ciclo de vida de producción de un producto, tú podrías realizar un seguimiento del costo real para fabricar cada unidad individual, lo que te permitiría establecer precios más precisos y recopilar datos sobre qué cambios tienen un efecto en la vida útil o el rendimiento de los productos. También puedes determinar si el producto cumple con la especificación correcta, por encima o por debajo de esta, en relación con su uso. Además, puedes monitorear un producto durante su vida útil y rastrear cómo funciona a medida que cambian las condiciones. Esta transparencia te permitiría proporcionar información al usuario sobre el rendimiento del producto, incluso cuándo es probable que falle, para que puedan ordenar y reemplazar el producto de manera oportuna, antes de que ocurra una falla. Esto les permite evitar el tiempo de inactividad no programado. 

Eficiencia energética

El uso de máquinas conectadas al Internet de las cosas conduce a un uso de energía más responsable. Al conectar todas las máquinas, puedes medir la cantidad de tiempo que ciertas máquinas están funcionando: Esto significa que las máquinas solo funcionarán cuando sea necesario, basándose en los datos que la red de máquinas se comunica a través de la fábrica conectada. Además, si una máquina experimenta una falla y se apaga, las otras máquinas pueden responder de inmediato y, posteriormente, ralentizar la producción o alterar los procesos de producción según sea necesario, a medida que las máquinas están programadas para resolver. 

En la fábrica conectada, las máquinas miden y comunican información importante que mejora el tiempo de respuesta.

En la fábrica conectada, las máquinas miden y comunican información importante que mejora el tiempo de respuesta.

En los próximos años, llegará un punto en que los fabricantes tendrán que invertir en tecnología del Internet de las cosas. Para llegar allí, la comunidad de ingeniería necesita comunicar los éxitos individuales entre sí, a las organizaciones y a la comunidad empresarial en general. Actualmente en Alemania, la Industria 4.0 (el Internet industrial de las cosas) se percibe como la cuarta revolución de la vida industrial. Lo que recuerda la historia de Henry Ford. Cuando el Sr. Ford comenzó, estaba compitiendo contra el caballo y el carruaje y había muchas personas que decían que el automóvil nunca reemplazaría al caballo y el carruaje, que era la forma habitual de viajar a diario en ese entonces. Pero como ahora sabemos, esa forma estándar de hacer las cosas se reemplazó por una nueva y mejor forma de viajar y de pensar en los viajes. 

Construye tu historia de éxito

Para demostrar el beneficio potencial del Internet de las cosas, los ingenieros necesitan mostrar lo que la revolución del Internet de las cosas significa para el rendimiento empresarial. Al construir sus historias de éxito, comienza poco a poco, construye puntos de prueba sólidos basados en datos demostrables; empieza con una máquina, documenta los ahorros logrados y luego elabora una historia de éxito y amplía el potencial de ganancias en toda tu organización. Estas historias ayudarán a contrarrestar los prejuicios y temores comunes sobre el Internet de las cosas y, en cambio, pueden ayudar a infundir confianza en el Internet de las cosas, la conectividad inteligente y la fábrica conectada. Al mostrar la ventaja de conectar máquinas, podemos mostrar a los líderes empresariales que su organización puede generar mayores resultados, experimentar menos tiempo de inactividad no programada, aumentar la flexibilidad operativa y mejorar los rendimientos, todo simplemente conectando e integrando mejor todos los puntos de contacto a lo largo de la línea de producción.